Los pollos no reciben hormonas ni anabólicos para su crecimiento. El pollo seleccionado genéticamente es la suma
de cruzamientos mediante los cuales se ha logrado un animal que presenta durante todo su corto periodo de crianza una extraordinaria capacidad de crecimiento.Debido a la edad a la que se faenan los pollos (45 días de vida en promedio) es fisiológicamente imposible que tengan respuesta a la aplicación de hormonas. El sistema que regula la velocidad de crecimiento de los pollos en esta etapa biológica se encuentra naturalmente funcionando a su máximo potencial, por lo que resulta impracticable estimularlo para que trabaje aún más.
Asimismo, el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), organismo responsable del control de la seguridad de los alimentos, cuenta con numerosas herramientas para asegurar la calidad e inocuidad de las aves para consumo, entre las cuales se encuentra el Plan Nacional de Control de Residuos e Higiene en Alimentos (Plan CREHA). SENASA, en su sitio oficial declara que “las aves para consumo nunca reciben sustancias hormonales de ningún tipo, por lo tanto, es una equivocada creencia que carece de respaldo científico”.